Hiperhidrosis

La hiperhidrosis, una condición que afecta al 5% de la población, puede ser una fuente de incomodidad debido al exceso de sudoración, especialmente en áreas como las axilas y las palmas de las manos. La hiperhidrosis es más común en adultos jóvenes, siendo las axilas la zona más afectada después de la adolescencia, y las palmas de las manos en el caso de niños.

Es importante destacar que existen dos tipos principales de hiperhidrosis: primaria y secundaria. La hiperhidrosis primaria no tiene una causa médica específica y suele tener un componente hereditario. Por otro lado, la hiperhidrosis secundaria se produce como resultado de una enfermedad subyacente y puede llevar a una sudoración excesiva en todo el cuerpo.

Las condiciones médicas que pueden contribuir a la sudoración intensa incluyen la diabetes, los sofocos en la menopausia, problemas en las glándulas tiroideas, niveles bajos de azúcar en sangre, algunos tipos de cáncer, ataques cardíacos, trastornos del sistema nervioso e infecciones. A pesar de que las glándulas sudoríparas en estos pacientes tienen un tamaño y densidad normales, presentan una mayor actividad de producción sebácea.

El tratamiento para la hiperhidrosis implica la infiltración de toxina botulínica tipo A, que reduce eficazmente la actividad de las glándulas sudoríparas. Esto proporciona alivio a quienes padecen hiperhidrosis y les permite llevar una vida más cómoda y confiada.

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